¿Qué es el TDAH?

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es el  trastorno del neurodesarrollo, crónico, de mayor prevalencia en la niñez, y se mantiene en la edad adulta en un 50% de las personas.

Primera referencia histórica:

En 1775, Melchior Adam Weikard, un médico alemán, escribió la primera descripción en un libro de texto de un trastorno con las características del TDAH. El trastorno de déficit de atención e hiperactividad puede presentarse de tres formas diferentes según el cuadro sintomatológico que la persona presente:

Una presentación predominantemente hiperactiva e impulsiva

Una presentación predominantemente distraída

Una presentación combinada

Síntomas

  • Hiperactividad
  • Impulsividad
  • Déficit de atención

Nos puede engañar, el pensar que estos síntomas están presentes en muchos/as niños/as; la diferencia está en la intensidad, incapacidad de control y lo disruptivos, de estos síntomas, en el día a día para las personas con TDAH. A la hora de un diagnóstico se tiene que tener en cuenta:

Más intensos de lo que se espera. Se manifiestan en más de un lugar (colegio, casa, etc.).Suelen prolongarse por más de seis meses. Además, hay que dejar claro que no todos los síntomas son iguales en todos los pacientes; éstos pueden existir en diferentes grados de gravedad.

Hiperactividad

No pueden permanecer sentados en situaciones que lo requieren

Cuando están sentados, cambian de postura con frecuencia y mueven los pies y las manos constantemente

Corren o saltan excesivamente en situaciones inapropiadas

Tienen dificultad para jugar o divertirse en silencio o tranquilamente

Suelen entorpecer los asuntos de los demás, tocan cosas que no deben

Están siempre en movimiento, como si estuvieran con el «motor en marcha»

Hablan en exceso

Suelen tener más accidentes de los normales

Impulsividad

Actúan antes de pensar. Sólo ven las consecuencias de sus actos cuando es demasiado tarde y ya han dicho o hecho algo fuera de lugar; sin embargo, no aprenden y vuelven a reaccionar de forma irreflexiva

Interrumpen constantemente conversaciones y juegos

Se muestran impacientes, les cuesta esperar su turno

Suelen resistirse a la disciplina

Responden bruscamente y antes de que se haya completado la pregunta

Se entrometen en los asuntos de otros

Suelen ser poco previsores y olvidan planificar

No distinguen el peligro, se enfrascan en actividades peligrosas

Escasa tolerancia a la frustración

Déficit de atención

Tienen dificultades para mantener la atención en tareas o en el desarrollo de actividades lúdicas

Evitan comprometerse en actividades que requieren un esfuerzo mental sostenido

Pueden tener problemas para priorizar las tareas, cometen errores por descuido en los deberes escolares y otras actividades, ya que no prestan suficiente atención a los detalles

No parecen escuchar cuando se les dirige la palabra

Se distraen con facilidad; suelen dejar lo que están haciendo para atender a ruidos o hechos triviales

Les cuesta seguir instrucciones u órdenes y no finalizan sus tareas

Tienen dificultades para organizar sus tareas y actividades

Son muy olvidadizos en sus tareas cotidianas

Cambian continuamente el foco de atención, sin alcanzar nunca el objetivo final

Pierden con frecuencia los elementos necesarios para sus tareas o actividades (lápices, cuadernos, juguetes, etc.)


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Causas

Existen múltiples factores de riesgo genéticos y ambientales que se acumulan en varias combinaciones para causar el TDAH. Estos factores de riesgo conducen a cambios sutiles en múltiples redes cerebrales y en los procesos cognitivos, motivacionales y emocionales que controlan.

Riesgos

El NO diagnóstico o diagnóstico tardío y no no intervención temprana hace que los riesgos de las personas con TDAH se dupliquen. Las personas diagnosticadas con TDAH tienen un riesgo elevado de fracaso escolar, comportamiento antisocial, otros problemas psiquiátricos, trastornos somáticos, abuso de drogas y alcohol, lesiones accidentales y muerte prematura, incluido el intento y el suicidio consumado.

Tratamiento

Tenemos que tener claro que tener TDAH no SOLO afecta al
ámbito académico, repercute en todos los ámbitos de la persona
con TDAH. En la edad infantil afecta en su funcionamiento familiar, escolar,
social y personal y al llegar a la edad adulta tenemos que añadir el
laboral. Partiendo de esta premisa, es importante asumir y entender la
necesidad de un tratamiento multimodal en donde se haga un
buena evaluación de las necesidades de la persona y se cubran con
los perfiles profesionales más adecuados: psiquiatra, neurólogo/a,
psicólogo/a, psicopedagogo/a, pedagogo/a, educador